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No Pierdas la Simpleza: el nuevo manifiesto de Luca Bocci

  • Gabriela Ortiz de Guinea
  • 5 sept 2020
  • 4 Min. de lectura

Tres años atrás una revolución cuyana musical comenzó a dominar la escena indie argentina. Entre los jóvenes artistas que empezaron estar en boca de todos se encontraba Luca Bocci, un cantautor de 22 años que deslumbró al público con su primer disco. En junio de 2020, Luca lanzó No Pierdas la Simpleza, su último trabajo cargado de emoción y belleza.



Algunos años atrás, una nueva generación de artistas mendocinos se insertó en la escena musical nacional, que durante los 90s había sido monopolizada por bandas de Capital Federal. Entre ellos se encontraba Luca Bocci, un joven con un amplio conocimiento en los aspectos formales de este arte por haber realizado su educación primaria y secundaria en colegios de música. Su primer proyecto fue Punk Hammond, una banda de punk con sus compañeros de escuela. Luego siguió Alicia, grupo de rock psicodélico con composiciones más maduras, y en 2015 formó Hojarasca, que mezclaba el jazz y el rock progresivo con sonidos folclóricos.


Pero fue con su proyecto solista que el mendocino tuvo un salto de popularidad. En 2017, lanzó Ahora de la manera en la que todos los jóvenes de esta generación lo hace: grabando desde su casa con una computadora y un micrófono, y subiendo el disco entero a internet. Esta ópera prima aunaba la tradición del rock nacional con la vanguardia pop; con solo escuchar un par de temas el legado de Fito Paez, Luis Albeto Spinetta o Charly García se hacía oír. Luca, lejos de renegar de su herencia musical, la reivindicaba y usaba ese sonido nostálgico y su título “Ahora”, tan arraigado en el presente, como un acto de provocación.


Acompañado por la banda The Golden Papets, Luca llevó su proyecto a diferentes ciudades de Argentina y el resto de Latinoamérica, cosechando grandes críticas positivas por parte de la prensa. Es que este primer trabajo solista llegó en el momento justo, un 2017 que pedía a gritos un producto nuevo que frene la rapidez y vorágine diaria en la que se vive. Ahora fue eso: un respiro musical que con su simpleza y belleza logró emocionar hasta los huesos, dejando en claro la capacidad compositiva de este joven cantautor. Una vez más, la autogestión y las redes sociales habían hecho lo suyo. Rápidamente, Luca se volvió la revelación del año y su disco pasó a estar dentro de los mejores del 2017.



Pero luego de su éxito hubo que esperar 2 años para tener noticias de él nuevamente. En junio de 2020 presentó No Pierdas la Simpleza desde Barcelona. Esa simpleza que caracterizó su primer álbum, en el segundo se volvió título, como si fuese un manifiesto explícito de lo que es su arte. Al igual que en el 2017, el lanzamiento fue desde las redes y con un Luca poniendo toda su sensibilidad sobre la mesa. Este trabajo, producido por Indie Folks, presenta once tracks que continúan el estilo de Bocci: uso de sintetizadores que remiten a la música de los 80, con sonidos modernos, pero con temas más reflexivos, llenos de climas y texturas.


No Pierdas la Simpleza tiene letras cargadas de emoción. “Salva tu amor” abre el disco con guitarras eléctricas acompañadas por una acústica y, al igual que “Amor Ferrari”, habla sobre el amor, la melancolía y la necesidad de cuidarnos a nosotros mismos. Le sigue “Aprendiendo” que, junto con “Muro”, son una referencia directa a la sororidad y a hacerse cargo de los propios errores para lograr deconstruirse y alcanzar la libertad mental. Siguiendo esta misma línea de autoconocimiento están “Acuario” y “Casa Ocho”. Ambas, con un ritmo más “popero”, dejan ver el interés de Luca por la astrología, y hacen referencia a la transformación, la sexualidad y la sabiduría; porque, tal vez, luego de las revoluciones personales uno se vuelve más “sabio” y consciente de quién es.


En este álbum, Luca también le canta al lado frívolo de la fama. Con “Poder” y “Quise”, uno de los temas más lentos y oscuros del disco, se replantea de qué lado está parado en este mundo de falsas convicciones, y cómo la ambición aleja a los artistas de las cosas que realmente importan. Su dulce voz también se hace presente en “Cruzaría el mar” y “Pibe”, donde este joven expone los sentimientos que le produce estar lejos de sus raíces, con un mar que lo separa. Pero sin dudas, el tema más tierno del álbum es aquel que hace referencia a la simpleza mencionada en su título: “Viaje a mí”. Su letra dice directamente que si el odio o el dolor dejaron escapar tu esencia lo único que queda es perdonar, amigarte con vos y volver a reír.


Bocci logró renovar la escena musical con una mirada nostálgica pero fresca sobre la música, reconciliando el legado del rock nacional con los nuevos sonidos, formatos de producción y adecuándolo a la era de las plataformas digitales; pero siempre llenándolo de un estilo propio. Con una de las voces más bellas de la nueva camada de músicos argentinos y consciente de la realidad en la que vive, Luca le habla a una generación que está siendo parte de un cambio profundo en la sociedad. Por eso “aprender” es la palabra que más define a este disco: aprender a amar, a amarse, aceptando quién es uno sin juzgar y apreciando lo bello de la simpleza, por eso: “piérdete, encuéntrate y vuelve ya, pero no pierdas la simpleza”.



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